Hoy se
celebran 66 años de la abolición del ejército. Si no es feriado ni estamos en
las calles celebrando, es porque no sabemos el impacto que ha tenido esta
virtuosa decisión.
Aquella
fue una generación de valientes, pero ante todo, de innovadores y emprendedores
políticos que fraguaron las normas de convivencia que aún hoy nos rigen.
¿Cuál
fue la última gran innovación política de impacto global Hecha en Costa Rica?
Quizás el pago por servicios ambientales, hace ya unos 30 años. ¿Cuál será la
gran innovación política global de nuestra generación?
Sugiero
que, sea cual sea, será co-creada combinando la rica diversidad cultural de los
costarricenses y sus amplios grados de libertad para ser creativos e innovar
disruptivamente, una vez más.
Por
ello, quiero creer que el esfuerzo que podría producir el mayor impacto
potencial a nuestro país y a nuestro mundo con la participación y el liderazgo
de nuestra generación es un laboratorio experimental de innovación social para
el sector público.
Dicha
organización tendría el propósito fundamental de facilitar la co-creación de ideas
que permitan innovar instituciones, programas, políticas y leyes del Estado
costarricense.
La
metodología a seguir sería la que se usa en otras latitudes como Dinamarca, Canadá
y Australia. Esta última la conozco bien pues hice una pasantía académica en la
institución australiana creada al efecto.
Esta organización
podría ser pública, privada, académica o de la sociedad civil. Lo más
importante es que cuente con insumos y participación de funcionarios actuales y
retirados de esos cuatro sectores, de manera que los resultados que se obtengan
tengan causa y efecto de transversalidad entre aquellos.
Anhelo
que, a la vuelta de los próximos dos años, contemos con este centro para que la
próxima campaña política tenga otra temática y otra dinámica.