En diversos foros he estado proponiendo que si contáramos en nuestro país con diez mil líderes jóvenes capacitados para liderar ciudadanos globales y con voluntad de asumir las riendas del país en todos los sectores, forjaríamos una democracia sostenible por los próximos 40 años.
En este contexto, sugiero que "joven" es la persona entre 16 y 30 años, que es la franja etárea de donde más probablemente saldrían los líderes que el país requiere desde hoy hasta el 2050, cuando tendrían entre 54 y 68 años. Por supuesto, ello no excluye ni a los mayores ni a los menores de ese grupo.
Imaginemos la elección de 2018, en la cual elegiremos a los gobernantes que liberarán la celebración del bicentenario de vida estatal soberana en el 2021. Propongo que, para que el liderazgo público de ese entonces sea digno de un país que es altamente admirado y respetado a nivel mundial, debemos contar con los mejores y más capacitados costarricenses optando por puestos de elección popular en Municipalidades, Asamblea Legislativa y Presidencia.
La
formación de nuevos líderes es un proceso constante por medio del cual los
jóvenes incorporan nuevo conocimiento, aprenden de la experiencia de los
mayores, y adaptan su perfil a las circunstancias actuales. Es diferente ser
líder hoy que hace 30 años.
Lo más importante en una democracia
es entusiasmar a sus líderes jóvenes cuyo voluntarioso espíritu los movilice a
la acción sociopolítica. Esta propuesta lo que busca es promover la
identificación y el entrenamiento de esos líderes por la vía digital.
Comparto aquí un esquema audiovisual del concepto. Toda retroalimentación bien intencionada será bienvenida.