20120826

Entrenamiento de diez mil líderes jóvenes

En diversos foros he estado proponiendo que si contáramos en nuestro país con diez mil líderes jóvenes capacitados para liderar ciudadanos globales y con voluntad de asumir las riendas del país en todos los sectores, forjaríamos una democracia sostenible por los próximos 40 años. 

En este contexto, sugiero que "joven" es la persona entre 16 y 30 años, que es la franja etárea de donde más probablemente saldrían los líderes que el país requiere desde hoy hasta el 2050, cuando tendrían entre 54 y 68 años. Por supuesto, ello no excluye ni a los mayores ni a los menores de ese grupo. 

Imaginemos la elección de 2018, en la cual elegiremos a los gobernantes que liberarán la celebración del bicentenario de vida estatal soberana en el 2021. Propongo que, para que el liderazgo público de ese entonces sea digno de un país que es altamente admirado y respetado a nivel mundial, debemos contar con los mejores y más capacitados costarricenses optando por puestos de elección popular en Municipalidades, Asamblea Legislativa y Presidencia. 

La formación de nuevos líderes es un proceso constante por medio del cual los jóvenes incorporan nuevo conocimiento, aprenden de la experiencia de los mayores, y adaptan su perfil a las circunstancias actuales. Es diferente ser líder hoy que hace 30 años.

Lo más importante en una democracia es entusiasmar a sus líderes jóvenes cuyo voluntarioso espíritu los movilice a la acción sociopolítica. Esta propuesta lo que busca es promover la identificación y el entrenamiento de esos líderes por la vía digital. 

Comparto aquí un esquema audiovisual del concepto. Toda retroalimentación bien intencionada será bienvenida. 



20120811

Inspiración creadora


¿Qué nos inspira? ¿Cuáles son las cosas que despiertan nuestro agudo deseo y voluntad por hacer alguna cosa placentera y apasionadamente? ¿De dónde proviene el entusiasmo y la motivación que requerimos cada día para ser productivos y felices?

La chispa creadora, la inspiración y la fe provienen de nuestra entraña. Lo que nos impide alcanzarlas y nutrirnos de ellas cada minuto de cada día es la cantidad de tapujos y amarras que nos auto-imponemos.

Afilar la chispa, depurar la inspiración y fortalecer la fe requieren de tiempo y atención, estudio, práctica, silencio. Nos saturamos con información, artefactos y vivencias que nos impiden ser mejores, más fuertes, más eficaces. 

Se dice que tenemos las mismas horas del día que Einstein, Beethoven y Steve Jobs. La diferencia estriba en el uso que hacemos de ese tiempo. ¿Nutrimos el espíritu? ¿Consumimos información que dinamiza nuestra chispa creadora? ¿Ejercitamos la fe? 

Algunas relaciones son más edificantes que otras. Hay personas que aportan información que nos enriquece, más allá de si nos entretiene. Hay personas que inspiran, que promueven entusiasmo, confianza, virtud, prosperidad.

A veces, en el ensordecedor ruido cuesta descifrar lo verdaderamente constructivo, valioso, y crítico para nuestro desarrollo personal y colectivo. 

Es natural que nos importe primero lo propio, lo que está más cercano a nuestra individualidad y a nuestro círculo afectivo. Hay que recordar que estamos inmersos en un ecosistema del cual dependemos, así que la realidad de nuestra comunidad inmediata y de nuestro entorno geográfico es tan importante como la situación global. 

La inspiración no proviene de afuera. Está contenida dentro de cada uno. Descúbrala. Compártala. Ofrézcala a la colectividad para que juntos construyamos más de lo que podremos hacer por nuestra cuenta.

20120806

Las metas de la semana


Qué diferente sería esta semana en Costa Rica si empezáramos fijándonos metas grandes y audaces, en palabras de Jim Collins en su libro Empresas que Perduran. Propongo las siguientes para nuestro país:

1. Que sea centro de innovación reconocido globalmente, promoviendo la colaboración creativa entre expertos en ciencias naturales, ingenierías, informática, medicina y matemáticas;
2. Que 100 costarricenses alcancen el primer lugar mundial (o medallas de oro olímpicas) en disciplinas como kayak, surf, vela, ciclismo de montaña y ruta, triatlón, eco-challenge, "orienteering", entre otros;
3. Que 80% del territorio tenga cobertura boscosa;
4. Que sea exportador neto de 70% de la energía que genera y que toda sea renovable;
5. Que tenga la mayor tasa de empleos per cápita en turismo sostenible;
6. Que cuente con los mejores sistemas de salud y educación públicas en el mundo;
7. Que tenga el PIB per cápita más alto de Latinoamérica;
8. Que sea carbono-negativo (que secuestre más CO2 del que emite);
9. Que tenga la menor tasa de homicidios violentos de las Américas (incluyendo Canadá);
10. Que ostente el mejor índice de transparencia en la función pública.

Supongo que si un lunes, como hoy, despertáramos con estas metas nacionales y cada uno buscara la manera de alcanzar alguna, o promover las gestiones proactivas que alguien más realiza en procura de ellas, estaríamos en la senda de construir un país maravilloso.

Imagínese: miles de empleos en innovación, energía, ingeniería forestal, administración de parques nacionales, turismo, salud, y educación; con buen gobierno, extraordinarios deportistas, pobreza y miseria erradicadas de por vida, exportador de recursos naturales renovables, desmilitarización, paz y armonía constructiva. En suma: reconocimiento global por nuestros logros y virtudes.

Apúntese. Comparta. Entusiasme a otros. Ilusiónese. Tenga fe. Y trabajemos incansablemente en estas direcciones.

20120804

La costa de los huevos de oro


Por todos es conocida la historia de la gallina que ponía un huevo de oro todos los días, hasta que a su dueño se le ocurrió abrirla y sacarle los que pondría a futuro. Por supuesto que no estaban, y se quedó sin la gallina y sin el oro.

Las moralejas aplican a nuestro país.

Primero, la necesaria humildad de aceptar cada día las riquezas recibidas. Vivimos en uno de los territorios más ecológicamente vigorosos del planeta por ubicación geográfica en el trópico boscoso y biodiverso, y porque nuestros antepasados preservaron grandes extensiones de territorio en su estado natural.

Segundo, la falta de conciencia de saber lo que se tiene antes de perderlo. La riqueza costarricense es abundante en muchos factores, y más aún si los multiplicamos. Por ejemplo, el bio-alfabetismo y sensibilidad ecológica combinado con una buena educación académica colegial y universitaria, mezclado con la enorme biodiversidad del país daría como resultado innovaciones biotecnológicas que tienen alto valor comercial sin degradar el ecosistema.

Tercero, la toma de decisiones insostenibles conduce al colapso. El deterioro paulatino de la institucionalidad pública, de los valores sociales y de la competitividad a nivel internacional reducen la riqueza de todos, en todo momento.

Cuarto, la sentencia definitiva que es el paso del tiempo. Todos los días podríamos crear mucha mayor riqueza. Cada día que pasa sin tomar decisiones críticas para el desarrollo nacional, que no forjamos acuerdos nacionales pensando a futuro en los niños que están por nacer, que nos enfrascamos en discusiones que nos desgarran como comunidad, es tiempo perdido que nos afecta a todos sin excepción y reduce la riqueza de esta costa preciosa que llamamos hogar.

20120801

¡La mejor Costa Rica!


Nuestro país todavía es virtuoso por las decisiones que ha tomado y la forma como ha resuelto emprender por esa senda tan peculiar de desmilitarización, democracia, salud, educación, conservación ambiental y diversidad cultural. 

Nos encontramos ante una encrucijada. Los liderazgos se han desgastado, la confianza se ha debilitado, la armonía se ha extraviado. Eso nos resta eficacia para alcanzar nuestras mayores aspiraciones.

Lo que somos hoy es el resultado de lo que forjaron quienes ya no están. La principal encrucijada que nos convoca es de carácter generacional. No de edad, sino de personas preocupadas y activas hacia el porvenir de la nación. No todos aportarán igual, pero todos podemos aportar más.

La mejor Costa Rica se encuentra en la imaginación de su gente. Conquistarla requiere de mucho trabajo, humildad y sacrificio. Sugiero que es más fácil si lo intentamos entre todos. Alcanzaremos así masas críticas de líderes entusiastas y pujantes que asuman el desafío como estilo de vida por los próximos 30 años. No hay pócimas ni varitas mágicas ni mesías de turno. 

Dice Edmund Burke que el mal prevalece cuando los seres humanos de bien no hacen nada.

Apelo a esa inquebrantable fe que tiene nuestro pueblo para que lo saquemos juntos adelante. Aquella fe de creer que todavía en el último minuto puede caer el gol. Aquella que mueve montañas o que, en una noche como hoy, convoca al pueblo a pie para partir el Ochomogo por la mitad. Ese peregrinaje es la muestra más vigorosa del carácter costarricense.

Requerimos de esa convicción de espíritu y fortaleza de carácter cada noche y cada día para limpiar, por medio de la virtud, todo lo que se nos ha ensuciado.

Los invito a que colaboremos creativamente en procura de la Costa más Rica que podamos imaginar.