Por todos es conocida la
historia de la gallina que ponía un huevo de oro todos los días, hasta que a su
dueño se le ocurrió abrirla y sacarle los que pondría a futuro. Por supuesto que
no estaban, y se quedó sin la gallina y sin el oro.
Las moralejas aplican a nuestro
país.
Primero, la necesaria humildad
de aceptar cada día las riquezas recibidas. Vivimos en uno de los
territorios más ecológicamente vigorosos del planeta por ubicación geográfica en
el trópico boscoso y biodiverso, y porque nuestros antepasados preservaron
grandes extensiones de territorio en su estado natural.
Segundo, la falta de conciencia
de saber lo que se tiene antes de perderlo. La riqueza costarricense es
abundante en muchos factores, y más aún si los multiplicamos. Por ejemplo,
el bio-alfabetismo y sensibilidad ecológica combinado con una buena educación
académica colegial y universitaria, mezclado con la enorme biodiversidad del
país daría como resultado innovaciones biotecnológicas que tienen alto valor
comercial sin degradar el ecosistema.
Tercero, la toma de decisiones
insostenibles conduce al colapso. El deterioro paulatino de la
institucionalidad pública, de los valores sociales y de la competitividad a
nivel internacional reducen la riqueza de todos, en todo momento.
Cuarto,
la sentencia definitiva que es el paso del tiempo. Todos los días podríamos crear
mucha mayor riqueza. Cada día que pasa sin tomar decisiones críticas para el
desarrollo nacional, que no forjamos acuerdos nacionales pensando a futuro en
los niños que están por nacer, que nos enfrascamos en discusiones que nos
desgarran como comunidad, es tiempo perdido que nos afecta a todos sin
excepción y reduce la riqueza de esta costa preciosa que llamamos hogar.
Así es muy buen aporte y lo que me parece mas importante en este caso es sobre la planificación que se pueda hacer en pro de los jóvenes y niños del mañana. Es muy Rica nuestra Costa!
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