20130615

RECOPE: Incubadora Costarricense de Bioindustria


Con tal de no caer en la actitud maniquea esa de si estamos a favor o en contra de algo, si votamos SÍ o votamos NO por alguna propuesta, si los asuntos son blancos o negros, hagamos un esfuerzo sensato y sensible por pensar creativamente, “afuera del cajón” conceptual que se forma cuando echamos la vista hacia el pasado. Más bien pongamos la vista en el futuro y hagamos una lluvia de ideas constructivas.

Hay quienes sugieren que RECOPE debe volver a refinar petróleo porque esa era su misión empresarial original. Hace cien años, IBM (International Business Machines) era una empresa que fabricaba cajas registradoras. Décadas después se reinventó e incursionó en el hardware para la computación. Fue evolucionando hacia el software, al punto de que seis años atrás vendió su operación de computadoras a Lenovo de China y ya no produce computadoras. Nuevamente se está reinventando hacia tecnologías de ciudad inteligente (smart cities) y está invirtiendo miles de millones de dólares en investigación y desarrollo de nano y biotecnología. Tan pronto inició el actual Siglo XXI, se lanzaron a conquistarlo.

Así que RECOPE, aunque conserve su histórico nombre, podría incursionar en otras áreas, aún en el sector energético. Podría convertirse en el mayor inversionista en energía solar en Centroamérica; en el principal centro de investigación y desarrollo de celdas fotovoltaicas, e incluso podría convertirse en la más grande incubadora de bioindustria de la que se tenga noticia. Así, se habría lanzado RECOPE y Costa Rica entera a la conquista del Siglo XXI, buscando incesantemente soluciones innovadoras para los más severos problemas ambientales y energéticos nacionales y globales, e incluso procurando aprovechar tantísimas oportunidades que representa la nueva economía verde y el desarrollo regenerativo del que Costa Rica es modelo ejemplar en el mundo.

¡Por supuesto que la República Popular China estaría interesada en ser madrina geopolítica y financiera de esta iniciativa! Cuando fui funcionario en la primera misión diplomática costarricense en China, fui gestor y testigo del marcado interés que mostraron cuando, en mayo de 2009, firmaron varios Memorandos de Entendimiento entre la Academia China de las Ciencias (CAS, por sus siglas en inglés) y el Instituto Costarricense de Biodiversidad (INBio) para la colaboración en busca de mayores acercamientos entre la biodiversidad costarricense y la capacidad de bioindustria de China, además de las diversas visitas que recibieron de la Universidad de Costa Rica y otros centros académicos de educación superior costarricense.

Además, China es el país que más gigavatios de energía eólica y solar instala en el mundo, una tendencia que lleva ya más de cinco años. Por qué no pensar en conquistar la ventosa y soleada Mesoamérica desde Costa Rica con inversiones multimillonarias en esos dos sectores energéticos rentables?

De esta manera, la prestigiosa marca-país verde que tiene Costa Rica a nivel mundial enriquecería la marca-país china y les ayudaría a resolver la severa crisis ambiental que vive el gigante asiático. Lo que es más, nos ayudaría a toda la humanidad a mitigar y adaptarnos más eficazmente a los embates del cambio climático.

Esto es cuestión de voluntad y de un poco de bioalfabetización. ¿Si no lo hacemos los costarricenses, entonces quién? ¿Y si no lo hacemos ahora, entonces cuándo?

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